Meksikali - Alman yazar Bruno Traven'in olum yildonumu (26 Mart 1969)
"—Dinlemeyin su papazbasini—dedi Santiago homurtuyla gulerek. Bugun beynine su yurumus onun. Daha kendine gelememis. Onun icin konusuyor bilir bilmez. Yarin daha da aptallasacak. Ne dediysem ben, oyledir tastamam. Bes alti gun once Montellano'larin en genci buraya ulasti Monteria'sinin topraklari sulara bogulmus. Belki oralari ancak ocak ayinda kuruyacak ya da daha gec bir zamanda. Yitirdiklerinin uc kati verim saglayarak buradan cikaracaklar. Acacio bu uc kisinin en zalimidir. Yilin baslarinda seksen kisi, oyle gitmisti Monteria'sina. Hepsi de Finca'lardan gelme saglikli kisilerdi . Aralarinda bir duzine kadin ve yirmi kadar cocuk vardi. Monteria'sindan ayrilip, yola ciktiginda bu seksen kisiden kaci kalmisti. Cogu kirbactan ya da asilmaktan olmustu. Bazisini yuksek ates goturdu, on tanesi bataklikta boguldu. Dordu kacti ve bataklik ormanda yokoldular. Bir ikisini yilanlar isirip oldurdu. Dort kisi kaplanlara ve aslanlara yem oldu. Ikisi, asiliyken kaplanlarin agzina dustu. Asilan ve parmagini dahi kimildatamayan biri, ne yapabilir kaplana karsi , ha?" Isyan
"—No le hagan caso —interrumpe Santiago con risa burlona—; esta mañana le cayó un tronco en la cabeza y todavía no sabe lo que dice. Por eso habla a tontas y a locas. Además, mañana se sentirá peor; pero lo que yo voy a decirles es la mera verdad. Hace cinco o seis días que llegó aquí el más joven de los Montellano. Su distrito está inundado y no secará antes de enero; eso quiere decir que su montería no les dará ni una brizna de caoba y que lo que no saquen de allá tendrán que sacarlo de aquí. Don Acacio es el peor de los tres. La última primavera se llevó a su montería ochenta hombres, indios fuertes y sanos, acompañados de una docena de mujeres y de unos veinte niños.¿Saben ustedes cuán-tos le quedaban ahora que dejó la montería? ¡Veintitrés! Todos los otros murieron. La mayor parte a causa de los malos tratos, después de haber sido golpeados o colgados. A los otros se los llevaron las calenturas. Diez se sumieron en los pantanos, cuatro se huyeron y uno reventó en la selva. Otros fueron devorados por las fieras o mordidos de serpiente cuando se hallaban colgados. Porque, ¿quién puede defenderse de un tigre estando colgado?"
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